En una coyuntura económica desafiante y ante la amenaza de una posible recesión global, los inversores vuelcan sus miradas a las inversiones alternativas en un momento de alta volatilidad para los activos tradicionales. De cara al 2023 buscan resguardarse de la alta inflación y generar rentabilidad en un entorno de altas tasas de interés en las mayores economías mundiales.
El período postpandemia ha traído consigo nuevos desafíos económicos, como consecuencia de la guerra en Ucrania, cuyo impacto se ha manifestado especialmente en los últimos meses en la grave crisis energética europea que amenaza con presionar aún más la economía de los hogares en ese continente.
Los vientos de recesión se han incrementado en el mundo a medida que las principales economías como EE. UU. mantienen su apuesta por elevar las tasas de interés para contener la inflación, que alcanzó en ese país el 8,3% anual en agosto. Todas las miradas se concentran en las decisiones que pueda tomar la FED sobre los tipos.
Mientras esto ocurre hay incertidumbre entre los inversores por la volatilidad de los mercados bursátiles. Las inversiones alternativas como los bienes raíces, fondos de cobertura, capital de riesgo, entre otras, se ubican como una opción importante a pesar de los claros desafíos, según lo analiza FlexFunds, empresa especializada en la creación y emisión de vehículos de inversión.
¿Por qué toman fuerza estas inversiones?
El contexto actual reta a los inversores a diversificar su portafolio y los activos alternativos se constituyen como una opción al tener justamente esa cualidad. Ofrecen exposición a una diversidad de canastas y estrategias para obtener rentabilidades por encima del mercado bursátil y los bonos.
La reactivación económica tras la pandemia ha generado un revolcón en las estrategias financieras. Incluso ha hecho replantear la vieja fórmula a la hora de definir una cartera del 60/40, que hacía referencia a que un 60% de esta estuviera compuesta por acciones y el 40% en activos de renta fija.
Sobre este punto, Daniel Maccarrone, director general en Morgan Stanley, indica en un reciente informe que “es posible que esta división haya funcionado bien cuando las acciones subieron constantemente a nuevos récords y las tasas de interés cayeron a casi cero, pero los inversores que adoptan este enfoque enfrentan algunos desafíos clave en la actualidad”.
Por lo anterior, expone que algunas estrategias de los fondos de cobertura pueden ofrecer incluso un potencial de riesgo/rentabilidad más atractiva que los bonos y el mercado bursátil. Esto dependerá en gran medida también de la estrategia aplicada y el administrador seleccionado para llevar adelante ese plan.
En el actual contexto las ventajas de las que sacan provecho las inversiones alternativas también se podrían asociar a su baja correlación con los mercados. De alguna manera mantiene a los inversores al margen de estos riesgos, al mismo tiempo que las estrategias aplicadas tratan justamente de aprovechar las ineficiencias que se pueden producir para obtener rendimientos por encima del promedio.
Algunas alternativas
Las inversiones alternativas se pueden dividir en tres grandes grupos: los activos reales, el capital privado y el crédito privado. Si bien en su conjunto pueden tener la característica de ser instrumentos ilíquidos, también tienen la cualidad de que “los rendimientos potenciales pueden ser mayores”, según destaca la empresa de gestión de inversiones estadounidense BlackRock.
“Debido a las dificultades para vender y valorar inversiones ilíquidas, muchos inversores esperan una prima de riesgo, lo que puede hacer que los activos alternativos sean más rentables”, explica sobre sus principales ventajas.
Algunos ejemplos incluyen a los fondos de cobertura, una alternativa que apunta a alcanzar rentabilidades sea cual sea el entorno del mercado beneficiándose de las tendencias alcistas o a la baja. Asimismo, destacan los FIBRAS, un instrumento de inversión con características de renta fija y variable que permite adquirir participaciones en bienes inmobiliarios sin tener que comprar uno directamente.
El portafolio de inversiones alternativas lo componen también, entre otros, los fondos cotizados en bolsa, que buscan replicar el rendimiento de una canasta de activos o un índice como el S&P 500 para obtener rendimientos de esos movimientos.
Panorama de oportunidad para 2023
De acuerdo a cifras de la industria, se estima que en la actualidad los activos alternativos bajo administración totalizan unos US$13 billones en el mundo, manteniendo un crecimiento sostenido desde el 2010 cuando estos apenas alcanzaban los US$4,1 billones.
A pesar de los actuales retos que se trazan en el camino, se espera que los activos alternativos bajo administración mantengan una tendencia al alza y que la tasa de crecimiento anual compuesto se ubique en un 9,8%. Los activos bajo administración se podrían incrementar en el 2023 hasta los US$14,2 billones, para luego dar el salto a los US$15,6 billones en el 2024 y US$17,2 billones en el 2025.
El 2021 fue un año de inflexión para los activos alternativos, marcando importantes resultados en segmentos como el de los fondos de cobertura y capital privado que lideraron buena parte de esa dinámica tras la pandemia. La coyuntura económica actual plantea nuevos desafíos para la industria, pero a medida que los activos tradicionales presentan rendimientos más bajos, los inversores institucionales se fijan en estos instrumentos alternativos para maximizar su capital, resguardarse de la inflación y blindarse ante los choques externos que imprimen presión de cara un 2023 que en todo caso podría traer muchas oportunidades a esta actividad.
Fuentes:
- https://www.wsj.com/livecoverage/stock-market-news-today-09-13-2022/card/u-s-inflation-eased-in-august-tDYGuTPVkuDFcmrjr8He?page=1
- https://www.morganstanley.com/articles/alternative-investments-key-themes
- https://www.blackrock.com/uk/solutions/alternative-investments#alternative-assets
- https://www.preqin.com/academy/lesson-1-alternative-assets/past-present-future-of-the-alternative-assets-industry